Es curioso con qué facilidad nos equivocamos... y somos capaces de reflexionar sobre lo que otra persona siente y sacar conclusiones de hasta qué punto puede llegar por ser consecuente con ello. Yo puedo dar por hecho que siempre estaré dispuesta a morir por ti, pero tú no puedes tomarlo como referencia (aunque te lo haya dicho, aunque te lo hubiera prometido)... porque es mi referencia.
No puedes flotar sobre ese agua porque es mi agua... Te ofrezco mis brazos para que caigas en ellos si quieres hacerlo, o para que te relajes, o para que vueles, o para sentir amor... pero no te ofrezco como seguro y permanente algo que puede derramarse en cualquier momento y en cualquier lugar... porque algo que siempre acaba evaporándose, cayendo o perdiéndose jamás puede ser un punto firme.
Y eso que aquí he llamado "agua" es -tal vez- lo que contigo no llamo "amor"... ¿Por qué? Porque cuando piensas que tienes un amor ganado para siempre es cuando empiezas a descuidarlo... y es, precisamente en ese momento, cuando empiezas a perderlo.
-¿Saliste anoche?
-¿Ligaste?
-¿Y esa pregunta?
-Doy por hecho que saliste. ¿Y la tuya?
-Doy por hecho que ligaste.
Y tú... que asumes que siempre estaré ahí para ti, que estoy a tu disposición para que puedas jugar conmigo cuando te apetezca, que alucinaste cuando te dije "no"... deberías pelear por lo que quieres y dejar de fingir, aunque sólo sea por una vez (por una bendita vez).
Canción: Lloro por ti
De: Enrique Iglesias
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No me gusta dar nada por hecho, es lo que casi siempre nos lleva a equivocarnos.
ResponderEliminarDar las cosas por hecho es el mayor error que podemos cometer. Obviar la realidad no hace sino desestabilizarla y conseguir que se nos caiga al suelo. Besos
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