Estamos en la mitad de la semana y, personalmente, estoy en condiciones de afirmar que ha traído consigo muchos cambios. No es exactamente ese el problema (evolucionar está bien), sino que todos hayan sido a peor. ¿Por qué? Porque la felicidad es efímera, porque somos capaces de destrozar en cuatro días lo que hemos estado intentando construir durante años (y perder en un segundo lo que has buscado una vida entera). Es triste... pero es real.
Podría decir que ha habido reencuentros, gente por conocer y experiencias nuevas... pero estaría hablando de algo que, en realidad, ni me va ni me viene. He leído unas cuantas veces que está bien ponerse metas utópicas, puesto que es la única forma de aspirar a lograr algo que nos queda algo lejos. Creo que es verdad, sí, pero también creo que todo eso de asimilar la realidad es bastante doloroso; incluso, trágico... hasta el punto de convertirse en algo enfermizo e insoportable.
No sé qué es lo que quieres, ni siquiera sé qué es lo que yo quiero... Lo único que sé es que yo, así, no puedo más...
COMENTARIOS
1. Boo nocturna. Me alegra que te guste, gracias :)
Canción: No quiero hacerte daño
De: Sergio Robles y Miriam
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la realidad es como una ducha en invierno a las 7 de la mañana, a ninguno nos agrada, pero es necesaria, :)
ResponderEliminarme suena conocida tu situacion sobre todo, mucho animo :)
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