viernes, 9 de marzo de 2012

129. A VECES ES DEMASIADO TARDE

Años sin saber nada y por fin decido regresar. Cojo el autobús que me lleva a ti, más bien asustada, sin tener del todo claro que haga bien buscándote después de tanto tiempo.

Comprar el billete ya no cuesta lo mismo que antes: un par de euros más y un puñado de valentía que por aquel entonces no necesitaba. Me siento al final, miro hacia fuera y recuerdo con la ilusión que hice ese mismo trayecto la última vez. Me acuerdo de esa última vez que te vi sonreír... y se me tiñe de esa sonrisa un borrador en mis labios.

En esta ocasión, el camino se me hace más corto; pensaba dedicarlo a preparar unas palabras que sirvieran de excusa, pero los nervios no me lo han permitido. Llega mi parada, toca bajar, caminar un par de calles y buscar tu puerta.

Allá voy, suena el timbre y segundos más tarde una voz distorsionada por el telefonillo pregunta "¿quién es?". ¿Qué respondo a eso? Antes bastaba con responder "yo", pero ahora dudo mucho que ese pronombre me identifique frente a ti.

-Soy... LoQuePuedoDecirDeMí.
-¿Quién?
-LoQuePuedoDecirDeMí.
-¿LoQuePuedoDecirDeMí?
-Sí, no sé si te acuerdas de mí.
-Ahora bajo.

Se abre la puerta y un rostro desconocido me mira desconcertado.

-Eh... perdona, creo que me he equivocado.
-Seguramente. ¿A quién buscabas?
-A...

¿Cómo le digo que buscaba una segunda oportunidad? ¿Cómo le digo que buscaba al amor de mi vida?

-Quiero decir, hace poco que nos hemos mudado a esta casa, igual buscabas a la familia que estaba viviendo aquí.
-Sí, supongo que sí. ¿Sabes dónde viven ahora?
-No tengo ni idea. ¿Era importante? Debo de tener por algún sitio su teléfono.
-No, es igual, sólo era una tontería. Gracias igualmente.

Y me fui con la cabeza agachada, pensando que seguramente era una estupidez volver a verte y preguntarte si todavía te acuerdas de mí cuando hay luna llena. Tal vez pedirle el teléfono es forzar algo que el destino se ha empeñado en separar y sólo serviría para sentirme más ridícula todavía.

COMENTARIOS
1. Daniita. ¡Bonito comentario! Gracias por escribirlo :) ¡Un beso!
2. Ewen. Gracias :)

Canción: Me dediqué a perderte
De: Alejandro Fernández

6 comentarios:

  1. Valentía no te ha faltado, por tanto tampoco te tiene que faltar fuerza para acabar de superarlo. Y si no... Siempre estás a tiempo de volver y pedir el teléfono, ¿qué puedes perder?
    un beso

    ResponderEliminar
  2. Que va, si las mujeres no somos muy seguidoras de ordenes o tragedias con nombre de destino. Un telefono no cambiaria mucho, pero ayudaria. Simepre es bueno tener algo para que puedas decir que aunque puedes no lo llamaras, porque las segundas oportunidades estan sobrevaloradas y TODO TIENE EL FINAL QUE SE MERECE.

    ResponderEliminar
  3. Yo creo que nunca es tarde para las cosas importantes y si merecen la pena hay que agotar hasta el último cartucho. No se pierde nada por intentarlo. Un besazo

    ResponderEliminar
  4. Quizás no sea tan mala idea aceptar ese número y preguntarle si se acuerda...

    Qué tristeza, qué sentimiento. Un texto precioso.

    Te sigo,

    saludos.

    ResponderEliminar
  5. U.u AUH QUERIDA NO MAAAAAAA Q TRISTE PERO EL COMO LO NARRASTE LE DA MUCHO ENCANTO Y CREO Q ES PORQ ESTE ESCRITO ES TAN SENCIBLE TAN BELLO Y ENCIERRA INFINIDAD DE SENSACIONES... NO MAAAAAAA NO MAA T.T
    TE QUIERO MILK Y SIEMPRE ESPERO TUS ENTRADAS ME GUSTAN MUCHO U.u Y WOW POR OTRO LADO Q VALIENTE FUISTE SI HIZISTE ESTO Q NARRAS YA Q SE REQUIERE DE CORAJE Y VALOR AUNQ EL DESTINO HACE DE LA SUYAS AVECES T.T

    ResponderEliminar
  6. Holaa:) acabo de descubrir tu blog y me encanta! :) Te sigo y espero que despues de ver mi blog, que te guste y tu también me sigas! :) Que sepas que voy a poner tu blog en la lista de favoritos del mio! :)
    http://labovedadelarcangel.blogspot.com/

    ResponderEliminar