domingo, 27 de diciembre de 2009

7. CAMBIOS DE ÚLTIMA HORA

Si empiezo diciendo que este domingo acaba una semana que marca un antes y un después, que nadie piense que me refiero a que acaba un año; lo digo porque, después de algunos años (no muchos) de carrera, hemos llegado a la última semana antes de empezar las prácticas que le corresponden.

Han sido poco más de dos años en los que he conocido a gente que parece que vale la pena (poca) y a gente que me gustaría no haber conocido (mucha). En este último grupo, incluyo a:

1.- Los "chupasangre o parásitos" (que decía alguien): son los que se sacan la carrera de gorra, los que no hacen nada aparte de copiar trabajos de otros compañeros, los aprovechados, los que se sacan los exámenes por cambiazo/chuletas/intercambio/copia, los que encima se creen con derecho a exigir, los que se quejan de todo sin tener motivos, los que van de víctima, los que hacen la pelota a profesores que critican a las espaldas... Resumiendo, son los que acaban la universidad sabiendo lo mismo que cuando empezaron: nada.

2.- Los falsos. Aquí entra la gran mayoría (también los chupasangre). Es gente que por delante dice cosas del tipo "ay, qué buena eres :)", y por detrás va diciendo "no la soporto". Suelen hacerlo por interés, porque esa persona les da algo que de otra forma no podrían obtener. Se caracterizan también porque, cuando alguien les dice "no" a algo, todo lo que han hecho hasta entonces no sirve de nada: ese alguien pasa a ser una mala persona, una falsa, un ser extraño... Resumiendo, son los que te consideran buena gente si, y sólo si, (como dirían los matemáticos) se lo das todo hecho.

3.- Los extremadamente raros. Son radicales libres (como dirían los químicos), personajes que destacan para mal y por cuestiones estéticas y de comportamiento. Suelen llamar la atención por su extraño vestuario (generalmente, chándal a diario), su exótico pelo (sucio, graso y/o casposo) y su actitud: se creen el centro del mundo, dueños del universo y tíos buenos (qué poco me gusta esta expresión) que van levantando pasiones allá por donde pasan. Nada más lejos de la realidad, por supuesto. Además, suelen exagerarlo todo, creer que todo el mundo depende de ellos y reaccionar de forma inhóspita ante situaciones verdaderamente normales. Resumiendo, son los que se sobrevaloran.

Puedo decir, sin equivocarme, que he conocido a personas de los distintos grupos desde el principio hasta el final. ¿Con quién espero tener algún tipo de contacto después de que todo esto acabe? Con las pocas buenas personas :), claro, que son las que verdaderamente te van cambiando la vida, por poco que sea. Los demás no me interesan ahora ni me han interesado nunca... pero, como sabréis, es difícil quitarse de encima a los seres parasitarios.

Afortunadamente, en las últimas semanas, han ido saliendo algunas cuestiones a relucir (o, más bien, las tensiones acumuladas han hecho saltar algunas chispas). Esto, unido a que las mismas personas que te están sacando los ojos te busquen sólo para sacártelos y en todo el día sólo te hablen para algo que les interesa (por ejemplo, preguntarte: "Dábamos se escribe con uve, ¿verdad?" Ô.ó), ha provocado que MiHermana se haya desplazado al grupo de las buenas personas (compuesto, aparte de por mí, por poquitas personas más). Yo ya pertenecía a este grupo pero, desde que ella lo hace más, la unión ha sido algo más notoria a ojos de los demás.

Este cambio repentino empezó, básicamente, porque la gente de los grupos 1 y 2 pasaron de tenernos como esclavas, a querer tenernos como esclavas, sumisas y tontas. Y por ahí, señores, no pasamos ya. Ya no. Sabemos que el cambio ha sido demasiado tarde, pero aún nos quedan algunos años (seguiremos estudiando otra carrera) por delante, con -en principio- algunas de estas personas, y... DE TODO SE APRENDE (o eso dicen), ¿no?

Puede que se avecine tormenta si el año que viene "cambiamos" de grupo más drásticamente pero, sinceramente, me da exactamente igual. Total, para aguantar carros y carretas de unas y otras... y, aparte de no obtener nada a cambio: que te traten como si fueras una mierda; que te digan que "eres rara porque no bebes, no fumas y no te drogas"; que vayan exigiendo y echando las culpas a la buena gente con tal de no reconocer que la culpa es únicamente de ellos, que no dan palo al agua... Para eso no vale la pena aguantar nada, ¿no creéis?, demasiado hemos aguantado todo este tiempo.

En fin, gracias a ese pequeño grupo de personas que valen la pena: a quien te hace sonreír, a quien no pide nada a cambio, a quien trabaja, a quien se ríe sinceramente, a quien cuenta contigo...

Canción: Fue un placer conocerte
De: Rocío Dúrcal

No hay comentarios:

Publicar un comentario