domingo, 17 de marzo de 2013

142. WERTGÜENZA

El pasado 14 de marzo, nos despertábamos con esta noticia acerca de los maestros que se examinaron en las Oposiciones al Cuerpo de Maestros de 2011 de la Comunidad de Madrid.

Yo, precisamente porque tenía un examen, he estado estos últimos días desconectada de la televisión, así que apenas leí algún titular al respecto. Es por eso que ayer, viendo el programa El gran debate, me sorprendió ver el revuelo que se había creado y los diferentes puntos de vista que unos u otros defendían como si les fuera la vida en ello.

Isabel Durán, periodista, decía que gracias a Dios ella lleva a sus hijos a un colegio privado y los seguirá llevando mientras pueda, demonizando así la educación pública. ¿Sabrá la señora Durán que en los colegios privados la mayoría de los trabajadores se contratan por enchufe? Es más, ¿sabrá que quienes trabajan en un colegio privado lo hacen porque no han aprobado unas oposiciones? Me sorprende que se escandalice por los datos publicados por la Comunidad de Madrid y pague para que sus hijos sean enseñados por maestros que, probablemente, tampoco sepan por dónde pasa el Ebro.

Y hablando de ríos... yo tampoco sé por dónde pasan todos y cada uno de los ríos de España. ¿Sabéis por qué? Os lo explico:

Para empezar, todos los maestros -sin excepción- hemos ido a escuelas en las que aprendíamos mediante la memorización, única y exclusivamente. Te puedes aprender por dónde pasan diez ríos, o veinte, pero en cuanto hagas el examen se te olvida; eso es lo que tiene la memoria, que desaparece. ¿Cómo vamos a pretender que 20 años más tarde lo sigamos recordando? Desde luego, si te vas a presentar a un examen sobre eso, deberías estudiar y no poner barbaridades, pero es normal que no lo sepamos como si fueran nuestros nombres y apellidos.

Para terminar, me parece muy absurdo aprenderse el recorrido de los ríos, como si fuera la famosa lista de los Reyes Godos. ¿Alguien ha necesitado saberlo para trabajar o para cualquier cosa? ¡Ni siquiera los maestros! En el siglo XXI seguimos dando clase guionizados por un libro, todo lo que los niños deben saber en cada momento está escrito en el libro. Esa es la cruda realidad española. No hace falta memorizarlo cuando podemos consultarlo; hay quienes nos molestamos en prepararnos las clases e ir más allá, pero hay quienes se dedican sencillamente a leer lo que pone en el libro.

¿Queréis que todos sepamos dónde están los ríos? ¡Viajemos! He estado en pocas ciudades y ahora mismo os puedo decir que si he ido a tal sitio, sé los ríos que pasan por ahí. Esto es un aprendizaje vivencial y significativo, no memorístico... y esto es lo que funciona y no se olvida.

Y más allá de eso, está decir que en la clasificación de animales una serpiente es "peligrosa", un gato es "astuto" y una gallina es un "mamífero". Ahora bien, ¿cuántos de esos que estos días se han estado burlando de "los maestros" no tenían ni idea de que la gallina es un ave? Y digo "los maestros" en general porque es lo que se ha pretendido con la publicación de estos datos: echar por tierra a los maestros, a todos y cada uno de nosotros, criticar la educación pública y tener un PPretexto PPara PPrivatizar la educación (como si eso fuera a solucionar las cosas).

No obstante, como señaló Lucía Etxebarría, se trata de datos sesgados. Que el 86% de los opositores hayan suspendido no significa que el 86% haya escrito Nabarra*, Córdova*, que Badajoz está en Andalucía o que el caracol es un crustáceo. Puede que lo haya hecho uno o que lo hayan diez... pero no los 14.110 que hicieron el examen.

Y hablando de hacer el examen... ¿estamos seguros de que todos los que se presentaron hicieron el examen? Lo digo porque yo sólo he opositado una vez y en mi aula -seríamos unos 30- hubo 4 ó 5 personas que nada más sentarse, firmaron, entregaron el examen y se fueron. Esos aparecerían con un 0 en el examen, porque simplemente se presentaron para entrar en la Bolsa o para permanecer en ella. ¿Quién sabe qué circunstancias tenían esas personas para hacer eso? Quizá habían estado enfermas y no podían estudiar, quizá habían estado estudiando otra carrera o trabajando y no habían tenido tiempo de prepararse el temario, quizá no se habían enterado hasta última hora de que había una oposición y en dos meses es imposible prepararla... quizá, quizá, quizá.

Y hablando de temario, alguien debería decir que, aparte de preguntar contenidos que hay que enseñar a los alumnos (que por lo visto fue novedad ese año y sólo en Madrid), hay un temario que incluye psicología, pedagogía, currículum, legislación en general, historia de la educación, etc.

También hay que decir, y quienes hayan opositado lo saben, que es habitual que se den órdenes de suspender a más o menos gente. Me explico: ahora con la crisis y la ridícula oferta de plazas, la media suele ser de una plaza o dos por cada tribunal. Hay normas no escritas de aprobar a poquita gente, aunque lo hagan bien, hay que suspenderlos para que no echen la culpa a las pocas plazas y se la echen a que no iban los suficientemente preparados. Hay normas no escritas de aprobar al hijo o a la hija del político de turno. Muchos de los maestros que se encargan de la nota, son de una especialidad distinta; es decir, es posible que haya un maestro de Educación Física evaluando el temario de un maestro opositor de Educación Primaria. La inmensa mayoría de los tribunales no se molestan en leer las programaciones que les entregamos, cuando legalmente se supone que lo tienen que hacer. Resumiendo: las oposiciones, eso que parece tan serio, son una pantomima como todo lo que se hace en España (totalmente subjetivo, a merced de los criterios y gustos de quienes ponen las notas). Libre albedrío.

Dicho esto en defensa de los maestros, ahora me voy a quejar de una parte de los maestros.

He tenido la desgracia de coincidir, en la universidad, con numerosas personas que a duras penas sabían escribir. Como bien sabréis, en Magisterio se hacen muchos trabajos en grupo; yo me he hartado de revisar el trabajo que hacían los demás... porque, básicamente, revisar implicaba volver a hacer debido al pésimo nivel de algunos de mis compañeros. Ni se entendía lo que escribían, ni ponían haches y tildes donde se debían poner, ni ponían comas y puntos donde tocaba, armaban un batiburrillo con la be y la uve... en definitiva, como ya he dicho, apenas sabían escribir.

Y esos, todos esos, se han sacado la carrera. ¿Cómo? A base de esos trabajos en grupo que hemos hecho los que sí teníamos un buen nivel y nos implicábamos en lo que hacíamos, a base de copiar en los exámenes, a base de chuletas, a base de dar pena a los profesores para que los aprobaran...

Siento decirlo, pero es así. Por ello, en parte me cabrea que se publiquen estos datos manipulados, pero por otra parte tengo la esperanza de que el señor Wert haga algo para mejorar la formación universitaria de todos los estudiantes de Magisterio.

Sin ir más lejos, yo tengo más conocimientos por mi vida de estudiante en el colegio y en el instituto que por lo que me enseñaron en la universidad. Y que nadie piense, por Dios, que en la universidad nos enseñan las tablas de multiplicar o cómo recortar un dibujo por la línea de puntos.

Os digo yo, y no soy la única que lo sabe, que por ahí hay cientos de maestros enseñando lengua sin saber hablar correctamente, sin saber escribir (sobre todo, en lenguas cooficiales de comunidades autónomas), sin saber explicar... en definitiva, sin saber nada... porque, si no saben utilizar la lengua, que es el principal vehículo de comunicación y aprendizaje... ya me diréis.

Por cierto, esto se solucionaría si los trabajos fueran individuales y los profesores de la universidad pudieran ver cómo escribe cada alumno, y si los exámenes fueran de redactar (no de tipo test) y pudieran ver cómo se explica cada uno y el nivel de ortografía y gramática de cada uno... pero, claro: ¿Para qué corregir 150 trabajos pudiendo corregir 30? ¿Para qué corregir 150 exámenes de 6 folios cada uno, pudiendo meter 150 plantillas de test en una maquinita que los corrige automáticamente?

Es verdad, hay demasiados maestros en España que no saben serlo. Finlandia, te envidio.

COMENTARIOS
1. Dawa. Gracias por tu comentario, me ha encantado :) Ojalá algún día pueda hacerlo, pero hoy en día sin poder encontrar ni un trabajo... es imposible. ¡Un besazo!

Canción: Cançó per a la meva mestra
De: Joan Manuel Serrat